
Es un idioma que cuando no lo comprendemos, nos asusta y
aterroriza incluso nos hace huir de que y quienes somos, haciéndonos sentir
seres diferentes, como si no nos conociéramos, como si no fuésemos nosotros
mismos.
Por eso es importante aprender este idioma, esta forma de
comunicación de nuestro cuerpo, emociones y sentimientos.
Cambiar el modo de mirar el dolor, desde el miedo y el
desconcierto hacia la curiosidad y la conciencia, hace que no solo disminuya la
cantidad y calidad del mismo, sino que tendremos ante nosotros una nueva forma
de mirar la vida y la muerte.